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Boletín Nº4: Maltrato a las personas mayores

Según la organización mundial de la Salud (2022) para el año 2030, una (1) de cada seis (6) personas en el mundo tendrá 60 años o más. Esta misma organización plantea que en la actualidad, una de cada seis personas mayores de 60 años sufre o sufrió algún tipo de abuso o maltrato en un entorno comunitario, teniendo consecuencias físicas y psicológicas que pueden ser prolongadas en el tiempo. Pero ¿qué es el maltrato a las personas mayores?

El maltrato a las personas mayores hace referencia a cualquier daño sea de forma voluntaria o por omisión que produce daño y que vulnera la dignidad, el respeto y los derechos que tienen como persona. Estas acciones generan daños físicos o psicológicos (considerando situaciones de inequidad y limitaciones ante las situaciones de desarrollo humano) que pueden presentarse de forma única o repetidamente (Ministerio de Desarrollo Social de Chile, 2012; Pabón y Delgado, 2017).

Tipos de Maltrato según la revisión realizada por Pabón y Delgado (2017):

Existen diversos factores que incrementan el riesgo de maltrato hacia una persona mayor. Estos factores se dividen en:

El primer factor considera aspectos centrados en la persona mayor:  Aquí se describe que las mujeres tienen mayor riesgo por sobre los hombres, así como los adultos de más de 75 años de edad. Otros factores de riesgo es el deterioro cognitivo, la dependencia económica, emocional o física; la viudez, deterioro de la salud, entre otros.

El segundo factor, se centra en el cuidador: En este se destaca la sobrecarga física y emocional del cuidador, la dependencia económica que tiene el cuidador de la persona mayor, asumir otras funciones además de la de cuidador, El aislamiento social del cuidador, deterioro crónico de la salud del cuidador.

El tercer factor hace énfasis en los aspectos sociales: En estos aspectos se mencionan el apoyo social insuficiente, el incumplimiento de las leyes, un contexto con una cultura violenta, personal reducido, pocos preparados sobrecargados y mal pagados en los centros de atención o cuidado de las personas mayores; falta de inspección en los órganos reguladores; tener una imagen negativa de la vejez, discriminación y edadismo.

¿Qué podemos hacer para evitar el maltrato de las personas mayores?

Promover la participación de las personas mayores en la sociedad: las personas mayores tienen derecho a participar en actividades laborales, si así lo desean y de postergar su jubilación o pensión hasta que ellos lo estimen conveniente o se sientan activos u funcionales laboralmente. Las empresas deben estar abiertos a esta idea y acompañarlos positivamente durante este proceso. Asimismo, pueden participar en actividades sociales, conducir, realizar actividad física y cualquier otra actividad siempre y cuando lo deseen.  La población en general, la familia y amigos, deben apoyar y los gobiernos deben legislar y promover espacios que permitan realizar este tipo de actividades sin problemas.

Eliminar el lenguaje estigmatizante: para referirnos de forma “tierna” solemos llamarlos nuestros(as) viejitos(as) o abuelitos(as), en aspecto más formales les denominan jubilados o pensionados. Sin embargo, esto primero se considera una falta de respeto porque lo asumimos como de nuestra propiedad; En segundo lugar, no todos(as) tienen nietos, ni gozan de las características particulares de recibir una jubilación o pensión. El termino adecuado, para referirse es persona mayor.

Promover la participación en la toma de decisiones en las políticas públicas de las personas mayores: Las distintas políticas públicas deben considerar las experiencia y expectativas que tienen los adultos mayores. Es por ello que, ante la creación de leyes que benefician su calidad de vida, los diferentes gobernantes deben invitar a las personas mayores para que expresen sus ideas y sean parte activa de la legislación de interés.

En caso de existir un cuidador, se debe cuidar al cuidador: Se debe promover los servicios de cuidados (psicológicos, esparcimiento y recreación) para las personas que de forma familiar, profesional o voluntaria se dediquen a cuidar a personas mayores.

Fomentar las participaciones sociales y familiares: La participación con otras personas coetáneas, así como con distintos miembros de la propia familia es favorable para la salud mental, cognitiva y emocional de las personas mayores. Se debe respetar los momentos que en que las personas mayores requieran espacios de soledad, sin llegar a un aislamiento permanente.

Existen otras y distintas formas de evitar el maltrato hacia las personas mayores, sin embargo, siempre es importante tratar desde el respeto y la dignidad hacia las otras personas.

Referencias

Ps. Manuel Montemurro Garcia. Psicólogo, Universidad Rafael Urdaneta. Estudiante Doctorado en Ciencias del Desarrollo y Psicopatología, Universidad Del Desarrollo (UDD). Áreas de investigación: Trayectorias de las habilidades cognitivas en el ciclo vital.